Tierra, madre querida,
soberana de planetas,
en tu corazón herida
por tus hijos que alimentas.
Lentamente te destruyen
sin pensar que están perdidos.
El cuidarte siempre eluden
como crueles enemigos.
Tus riquezas han saqueado
de tus secretas entrañas,
mas han sido perdonados
por tu amor, los que te dañan.
Tu atmósfera contaminan
aunque no puedan respirar,
con humos que te lastiman.
Ya no hay cielo que admirar.
Y despellejan tu piel,
y extinguen a las especies,
con ferocidad tan cruel;
son dignos que los desprecies.
La basura y los deshechos
son ahora tu alimento.
Cuánto daño te han hecho
madre… ¡cuánto lo siento!
Los bombardeos no soportas,
estás herida de muerte.
No oyen tus gritos de alerta,
te abandonan a tu suerte.
Sin pensar que ellos contigo
a la destrucción se van,
como hijos enemigos
te acompañan al final.
¿Qué pecado cometiste
al entregarles tu vida?
Tierra buena, todo diste
como madre, como amiga.
Mas has sido traicionada,
por tus hijos tan queridos,
que no merecían la vida.
Son ingratos enemigos.
Yo te juro. Madre Tierra,
como sea defenderte,
protegiendo en lo que pueda
a todo ser viviente.
Niños, plantas, animales,
valles, bosques y praderas,
tus recursos naturales
volverán a ser lo que eran.
Ese es mi sueño dorado
de niña que busca tu abrigo,
desde que nací te he amado
y siempre estaré contigo.
Agosto de 1995